De la limpieza a la farmacéutica: la versatilidad del peróxido de hidrógeno


El agua oxigenada, o peróxido de hidrógeno (H2O2), es un compuesto químico con funciones de desinfectante, oxidante y agente blanqueador. Su estructura química se caracteriza por dos átomos de oxígeno unidos por un enlace covalente sencillo, con cada átomo de oxígeno unido a uno de hidrógeno.


Además de sus numerosas aplicaciones en el ámbito médico y cosmético, este compuesto es muy apreciado por su sostenibilidad ecológica y su completa biodegradabilidad.

Además, su capacidad para eliminar bacterias, virus y otros microorganismos nocivos lo hace indispensable para desinfectar superficies, instrumentos médicos y heridas, contribuyendo significativamente a la prevención de infecciones nosocomiales en el ámbito sanitario.


¿Cuándo se identificó el compuesto?

El descubrimiento del agua oxigenada se remonta a finales del siglo XVIII. Alexander von Humboldt, naturalista alemán, es a menudo acreditado como el primer estudioso en informar sobre la síntesis del peróxido, específicamente el peróxido de bario, en 1799, aunque sus descripciones ambiguas dejan espacio para disputas.

Diecinueve años después, Louis Jacques Thénard reconoció que este compuesto podría usarse para preparar una sustancia desconocida hasta ese momento, que describió como "eau oxygénée" (agua oxigenada), hoy conocida como peróxido de hidrógeno. Thénard perfeccionó el proceso utilizando ácido clorhídrico y posteriormente ácido sulfúrico. Este método se utilizó hasta mediados del siglo XX.

La primera fábrica para la producción de peróxido de hidrógeno se construyó en 1873 en Berlín. Posteriormente, el método electroquímico para la síntesis del peróxido de hidrógeno se comercializó en 1908 en Austria.En la década de 1930, el proceso de antraquinona, que todavía se utiliza hoy en día, fue desarrollado por IG Farben en Alemania, lo que llevó a un crecimiento significativo de la producción mundial de peróxido de hidrógeno.

La determinación de la estructura molecular del compuesto fue compleja y solo en 1934 los físicos William Penney y Gordon Sutherland propusieron una estructura muy similar a la que actualmente se reconoce.


¿Cuáles son sus propiedades físico-químicas?

En forma pura, se presenta como un líquido de color azul pálido, ligeramente más viscoso que el agua.

Corrosivo y de fuerte olor, se comercializa exclusivamente en forma diluida (en una solución acuosa) debido a su alta peligrosidad para el ser humano.

El peróxido de hidrógeno puro tiene un punto de ebullición estimado de 150,2 °C, aproximadamente 50 °C superior al del agua, y es importante saber que, si se calienta a esta temperatura, sufre una descomposición térmica potencialmente explosiva y riesgosa. Al diluirlo, el agua oxigenada se convierte en un compuesto químicamente más seguro, reduciendo, por ejemplo, la temperatura de ebullición a 114 °C y disminuyendo significativamente los riesgos explosivos. Sin embargo, el peróxido de hidrógeno concentrado se utiliza como monopropulsor y oxidante en la tecnología de misiles.


La acción antibacteriana y antifúngica del peróxido de hidrógeno deriva de su capacidad para producir especies reactivas del oxígeno que dañan las membranas celulares, las proteínas y el ADN de los microorganismos. Esta propiedad lo hace eficaz en la desinfección y el tratamiento de heridas, previniendo infecciones y favoreciendo la cicatrización. Además, enzimas como las peroxidasas, presentes en los sistemas biológicos, utilizan o descomponen el peróxido de hidrógeno, subrayando aún más su papel crucial en los procesos biológicos.

En 2017, se autorizó el uso del peróxido de hidrógeno como principio activo según la normativa BPR, clasificando los productos que lo contienen como biocidas.

Según la Farmacopea Española, la concentración mínima recomendada para el uso en entornos sanitarios es del 3 % (agua oxigenada a 10 volúmenes), lo que garantiza una acción antiséptica efectiva, acompañada de una limpieza mecánica.

Un gran valor añadido es también su biodegradabilidad. Una vez utilizado, el peróxido de hidrógeno se descompone rápidamente en agua y oxígeno, dos elementos inocuos para el medio ambiente. Esta característica lo convierte en una opción ecológica frente a otros desinfectantes y agentes blanqueadores que pueden dejar residuos tóxicos o persistentes.



¿Cuáles son sus principales usos?

Utilizado principalmente en el ámbito médico, también se emplea comúnmente para usos cosméticos, domésticos e incluso industriales.

En casa, es un excelente aliado para blanquear la ropa (ej. Neutrex o Vanish), desinfectar superficies y como desodorante para ambientes.

En el sector cosmético, el peróxido de hidrógeno se utiliza para blanquear los dientes, aclarar el cabello y tratar el acné.

Finalmente, a nivel industrial, se utiliza en la producción de papel y tejidos, en la depuración de aguas y como componente en procesos químicos. Esta variedad de aplicaciones destaca su importancia y versatilidad, asegurando su uso extendido y garantizando un precio contenido y accesible.


  • Uso médico y desinfección de heridas: concentración: normalmente se utiliza una solución al 3% (10 volúmenes).
  • Higiene oral: concentración: una solución diluida al 3% (10 volúmenes) mezclada con una cantidad igual de agua.
  • Limpieza de instrumental: concentración: a menudo entre el 6% (20 volúmenes) y el 30% (100 volúmenes).
  • Limpieza de oídos: concentración: una solución al 3% (10 volúmenes) suele ser suficiente.
  • Uso doméstico: concentración: una solución al 3% (10 volúmenes) es común para desinfectar superficies y blanquear la ropa.
  • Uso industrial: concentración: las concentraciones pueden variar significativamente, a menudo hasta el 35% (130 volúmenes) o más.

 

Riesgos y precauciones:

El agua oxigenada sigue siendo un compuesto químico potente que, si no se utiliza correctamente, puede presentar riesgos. Aquí algunas precauciones importantes a seguir:

Uso en el ámbito sanitario:

En el campo médico, el agua oxigenada representa un desinfectante de moderada potencia, eficaz contra bacterias, esporas bacterianas, virus y levaduras y se utiliza principalmente para prevenir infecciones derivadas de pequeños cortes, abrasiones y leves quemaduras cutáneas.

Para obtener efectos preventivos óptimos, se recomienda limpiar cuidadosamente el área afectada y aplicar el producto varias veces al día, vendando posteriormente la herida para reducir el riesgo de una mayor contaminación microbiana. Sin embargo, es importante evitar el contacto con los ojos y el uso en heridas muy extensas o uso prolongado sobre piel intacta.

Un uso menos conocido es para la limpieza de la boca y la reducción de estados irritativos orales. A menudo se recomienda para pacientes con gingivitis, herpes labial y pequeñas heridas orales. El método de uso consiste en diluir el peróxido de hidrógeno en agua, enjuagar la boca sin tragar la solución y mantenerla en la boca durante al menos un minuto para una mayor eficacia. Finalmente, el agua oxigenada se utiliza a veces en la limpieza y desinfección de los oídos.


 

¿Cómo gestionar su concentración?

Dependiendo del uso previsto, el peróxido de hidrógeno se utiliza en varias concentraciones. A continuación, se presentan algunas indicaciones sobre cómo utilizarlo correctamente en diferentes contextos:


  1. Concentración y dilución: utilice siempre la concentración adecuada para el uso específico. Concentraciones elevadas (más del 6%) pueden causar irritaciones cutáneas, quemaduras químicas y daños a los tejidos.
  2. Contacto con los ojos: evite el contacto con los ojos.
  3. Ingestión: no ingerir agua oxigenada. Incluso a bajas concentraciones, puede causar irritaciones gastrointestinales y náuseas.
  4. Manejo de soluciones concentradas: use guantes protectores y gafas de seguridad.
  5. Conservación: guarde el agua oxigenada en un recipiente opaco y bien cerrado, alejado de fuentes de calor y luz directa, para evitar su descomposición.
  6. Reactividad: evite el contacto con materiales fácilmente oxidados, como algunos metales y tejidos, para prevenir reacciones indeseadas.