Ergonomía y salud: prevenir los trastornos musculoesqueléticos (TME) en los profesionales de la salud

Entre los problemas más comunes que ocurren en los lugares de trabajo, especialmente para quienes trabajan en el sector sanitario, se encuentran los trastornos musculoesqueléticos (TME), que afectan a músculos, articulaciones, tendones y nervios.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los TME son una de las principales causas de bajas por enfermedad en el sector sanitario, con un impacto significativo en la calidad de vida de los trabajadores. La ergonomía es la disciplina que se ocupa de adaptar el entorno laboral a las necesidades físicas y psicológicas del trabajador, con el objetivo de mejorar el bienestar y reducir los riesgos de lesiones.


Los desafíos de los profesionales de la salud

Los profesionales de la salud están expuestos a cargas físicas considerables a diario, trabajan de pie durante muchas horas y a menudo se ven obligados a realizar movimientos muy repetitivos. Estas condiciones implican una mayor incidencia de dolores crónicos, lesiones y, en algunos casos, la aparición de discapacidades permanentes, que podrían llevar a la necesidad de abandonar el trabajo.

En los últimos años, varias investigaciones, entre ellas las publicadas en el International Journal of Occupational and Environmental Health, afirman que al menos el 40% de los trabajadores de la salud sufren dolores lumbares de forma regular, mientras que el 35% presenta dolores cervicales y en los hombros. Estas problemáticas, si no se gestionan de manera oportuna, pueden llevar a complicaciones más graves e irreversibles.

Pero, ¿quiénes son los profesionales más afectados por los TME? Sin duda, los enfermeros y cuidadores están entre los más afectados; de hecho, sus actividades no solo implican la atención directa al paciente, sino que también suelen incluir levantar y mover a personas que no son autosuficientes, sin contar con equipos adecuados. Todas estas operaciones, si no se realizan correctamente, pueden generar un estrés excesivo en las articulaciones y los músculos.

Según una encuesta de la American Nurses Association, más del 52% de los enfermeros afirma sufrir problemas de espalda. En Italia, un informe de 2020 mostró que aproximadamente el 60% de los trabajadores sociosanitarios han sufrido lesiones físicas relacionadas con el movimiento de pacientes en los últimos cinco años.


Además, cirujanos, anestesistas, técnicos de laboratorio y otros profesionales sanitarios también pasan muchas horas de pie. Mantener una postura erguida durante largos períodos puede causar fatiga muscular, dolores en las piernas, la espalda y los pies, además de problemas circulatorios como las varices.

Estos problemas, además de afectar negativamente al personal sanitario (física y psicológicamente), representan un gran costo también para las empresas y para el Sistema Nacional de Salud. De hecho, un gran número de lesiones se traduce en mayores gastos para nuestro país y la necesidad de aumentar la carga de trabajo del personal restante, generando un círculo vicioso.


Estrategias y soluciones para prevenir los trastornos musculoesqueléticos

Para prevenir estas problemáticas, es fundamental la adopción de herramientas ergonómicas. Entre las sugerencias más recomendadas se encuentran:

  • Ayudas para levantar pacientes: como elevadores mecánicos, cinturones de transferencia y colchones de aire. Reducen considerablemente la carga física y protegen tanto a los trabajadores como a los pacientes. Además, es esencial proporcionar una formación continua en técnicas seguras de levantamiento y posturas correctas para prevenir daños a largo plazo, por ejemplo, doblando las rodillas y manteniendo la espalda recta para reducir el esfuerzo en los músculos lumbares.

  • Sillas y soportes ergonómicos: utilizar sillas o taburetes con soporte lumbar y ajustables en altura para garantizar una postura correcta al estar sentado.

  • Planificación de pausas: incluir pausas activas cortas durante la jornada laboral, con ejercicios de estiramiento y relajación que alivien los músculos y mejoren la circulación.

  • Variación de postura: alternar entre estar de pie y sentado para reducir el estrés físico y mental.

  • Formación continua con simulaciones prácticas para mejorar la conciencia y la adopción de prácticas seguras. Según investigaciones realizadas en hospitales, la introducción de medidas ergonómicas preventivas ha reducido en un 25% la incidencia de lesiones por TME entre los trabajadores del sector sanitario, permitiendo a los empleadores un ahorro de miles de millones de euros.


Los TME: un problema en todos los entornos laborales

Un estudio realizado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo reveló que más del 50% de los trabajadores que pasan largas horas de pie sufren de trastornos musculares y articulares.

Por este motivo, en muchas profesiones se requiere el uso de dispositivos de protección como calzado ergonómico, que pueda ofrecer un adecuado soporte plantar y amortiguar el impacto durante el movimiento. Además, para reducir la tensión muscular, se recomienda encarecidamente el uso de alfombrillas ergonómicas y hacer pausas frecuentes durante el horario laboral.


Médicos del trabajo: un papel clave en la salud ergonómica

La medicina del trabajo desempeña un papel fundamental en la prevención de los trastornos musculoesqueléticos. Su tarea es evaluar e identificar los riesgos en cada entorno laboral y sugerir las medidas preventivas adecuadas. De hecho, saber evaluar en profundidad los puestos de trabajo, las tareas requeridas y los equipos utilizados es esencial para identificar los diferentes tipos de lesiones que podrían ocurrir.

Un elemento clave en la prevención es la creación de planes personalizados de gestión ergonómica, basados en las necesidades específicas de cada trabajador. Estos planes deben incluir el análisis de movimientos repetitivos, la adaptación de equipos médicos y la promoción de pausas regulares para reducir la fatiga física.

Algunos estudios demuestran que la formación ergonómica y la adecuación del lugar de trabajo pueden reducir los casos de lesiones hasta en un 30%.

Además, la figura del médico del trabajo es fundamental para introducir nuevas tecnologías ergonómicas, como camas ajustables, herramientas de soporte y dispositivos de monitoreo de postura, que pueden contribuir a mejorar la calidad del trabajo.