El nacimiento de la cirugía moderna: el legado de Ambroise Paré
Ambroise Paré fue el primer médico en marcar un cambio decisivo en la evolución de la medicina, contribuyendo a transformar la cirugía de una práctica rudimentaria a una disciplina científica moderna y sistemática.
Un precursor de la cirugía
Nacido en Francia en 1510, Paré dedicó su vida a mejorar las técnicas quirúrgicas y a reducir los peligros asociados a las intervenciones, convirtiéndose en uno de los padres fundadores de la cirugía moderna.
Paré, originario de Laval, nació en una familia modesta y desde joven se acercó a la práctica de la medicina comenzando como aprendiz en la barbería-quirófano. El aprendizaje le permitió profundizar en la técnica de campo, combinando competencias médicas y prácticas quirúrgicas básicas. Posteriormente, se trasladó a París, donde continuó sus estudios en el Hotel-Dieu, uno de los hospitales más renombrados y prestigiosos de la época en Europa.
Con tan solo 26 años, Ambroise Paré obtuvo el título de Maestro Cirujano-Barbero. Al inicio de su carrera eligió servir como cirujano militar en el ejército francés, enfrentándose directamente a las graves heridas de guerra. En esa época, las operaciones quirúrgicas en los campos de batalla eran dolorosas y no siempre efectivas, pero Paré fue capaz de proponer soluciones innovadoras y mucho menos cruentas.
Las innovaciones técnicas
Un cambio crucial introducido por el médico francés fue el tratamiento de las heridas por armas de fuego: las prácticas comunes de la época incluían el corte directo de las heridas con calor o el uso de ácidos o hierros candentes para cauterizar las hemorragias. Sin embargo, durante una campaña militar, los médicos se quedaron sin aceite caliente y Paré improvisó, utilizando un ungüento mucho más eficaz. Abandonó la cauterización, que consideraba dolorosa y poco útil, prefiriendo en su lugar una pomada hecha de yema de huevo, aceite de rosa y trementina, ingredientes más delicados.
Paré también fue un gran innovador en el campo de las amputaciones. Sustituyó la práctica de la cauterización, usada para detener las hemorragias, inventando el “ligadura”, un método que consistía en atar los vasos sanguíneos una vez amputado el miembro. Esta práctica reducía drásticamente el dolor y el riesgo de infecciones postoperatorias, mejorando notablemente la tasa de supervivencia de los pacientes.
Contribuyó además al diseño de prótesis más avanzadas, desarrollando dispositivos como la prótesis palatina y soluciones para extremidades mutiladas, ofreciendo a los pacientes nuevas posibilidades de recuperar la movilidad.
El enfoque científico de la cirugía
En el ámbito anatómico, Paré se destacó por su espíritu crítico. Aunque citaba frecuentemente a los grandes anatomistas que lo precedieron, como Vesalio, no dudaba en refutarlos cuando consideraba que sus descripciones eran erróneas.
Paré poseía un agudo sentido de observación, que a menudo lo llevaba a cuestionar las creencias populares y los remedios considerados infalibles. En su Traité des venins, por ejemplo, relata un episodio en el que probó la eficacia de un supuesto antídoto universal, el bezoar, en un condenado a muerte. Después de envenenar al hombre y administrarle el remedio, constató que el paciente no sobrevivió. Este experimento demostró la falsedad de muchas creencias médicas de la época.
En el mismo tratado, Paré expresó escepticismo sobre el uso de la "cuerno de unicornio" como antídoto y criticó prácticas como el uso de polvo de momia para tratar contusiones, mostrando un enfoque racional y científico que anticipaba siglos el método experimental.
Su obra más famosa, Les Œuvres (1575), recogía sus tratados de cirugía, incluidos los sobre heridas de guerra, amputaciones y enfermedades de los músculos y los huesos. Estos escritos se convirtieron en un recurso fundamental para las generaciones posteriores de cirujanos.
Pero Ambroise Paré no se limitó a mejorar las técnicas quirúrgicas de su tiempo; su verdadero legado es la mentalidad que dejó atrás: un enfoque científico, práctico y humano de la cirugía. Gracias a su espíritu innovador, la cirugía evolucionó de una práctica artesanal a una rama médica más respetada y basada en la investigación y la experiencia directa.
Aún hoy, los principios de Paré sobre el manejo de heridas, el uso de prótesis y la importancia de la documentación científica están en el corazón de las prácticas quirúrgicas modernas. Su visión y sus métodos fueron el punto de partida de los desarrollos que llevaron a la cirugía avanzada de hoy, contribuyendo significativamente a la mejora de la vida de millones de personas en todo el mundo.