Escherichia Coli y el "Síndrome de Montezuma"
Escherichia coli (E. coli) es un microorganismo de la familia de las enterobacterias, presente en el intestino humano y de otros animales de sangre caliente, así como en el ambiente y los alimentos.
Aunque la mayoría de las cepas son inofensivas y ayudan en la digestión, algunas pueden causar infecciones graves. En este artículo, exploraremos la relación entre E. coli y el denominado "Síndrome de Montezuma", un término coloquial para describir la diarrea del viajero.
El descubrimiento de Escherichia coli
Escherichia coli fue descubierto en 1885 por el bacteriólogo germano-austríaco Theodor Escherich. Durante estudios sobre infecciones intestinales en niños, Escherich aisló este microorganismo de las heces de los recién nacidos. Inicialmente, la bacteria fue llamada "Bacterium coli commune" debido a su presencia predominante en el colon. Solo más tarde, en honor a su descubridor, la bacteria fue renombrada Escherichia coli.
Las primeras investigaciones sobre los cepas de E. coli representaron un momento fundamental en la microbiología y en la medicina, ya que permitieron comprender mejor la flora intestinalhumana y entender cómo prevenir y tratar infecciones bacterianas. Hoy en día, E. coli es una de las bacterias más estudiadas del mundo, no solo por su relevancia clínica, sino también por su uso como organismo modelo en la investigación genética y molecular.
A pesar de los numerosos avances científicos en microbiología y seguridad alimentaria, en los últimos treinta años se han producido dos episodios epidémicos significativos. El primero ocurrió en 1996 en Wishaw, Escocia, donde una intoxicación alimentaria causada por E. coli provocó la muerte de 21 personas. El segundo episodio ocurrió en 2011 en Alemania, donde una epidemia de E. coli (cepa O104) asociada con brotes de alfalfa biológica causó la muerte de 53 personas.
La situación de la presencia de E. coli en el Sena está generando preocupaciones significativas respecto a algunas competiciones de los Juegos Olímpicos 2024 en París. De hecho, a pesar de una inversión de 1.500 millones de euros para mejorar la calidad del agua del río, los niveles de contaminación siguen siendo alarmantes, especialmente después de recientes períodos de lluvias intensas que han aumentado el flujo de aguas residuales en el Sena. Esto ha llevado a los organizadores a posponer algunos eventos, como el triatlón masculino, y ha suscitado numerosas críticas por parte de atletas y del público.
Características y comportamiento de Escherichia coli
Escherichia coli es una bacteria coliforme gramnegativa con forma de bacilo, caracterizada por la ausencia de esporas, lo que la clasifica como asporógena. Su superficie está cubierta por delgados filamentos, conocidos como fimbrias o pili, que desempeñan un papel esencial en la comunicación con otros microorganismos, en el movimiento de la bacteria y en su adhesión a células cercanas.
Dado que la temperatura ideal para la supervivencia de E. coli oscila entre 35 y 40 grados Celsius, el intestino humano y el de otros mamíferos representan un hábitat perfecto para la bacteria, que puede desarrollarse tanto en ausencia como en presencia de oxígeno. E. coli se dispersa en el ambiente a través de materia fecal, lo que permite a la bacteria crecer masivamente durante los primeros tres días (en condiciones aeróbicas), después de los cuales su dispersión disminuye lentamente hasta desaparecer.
En la mayoría de los casos, E. coli se presenta en forma de cepas inofensivas para los seres vivos, formando parte del microbiota intestinal normal y, a veces, incluso puede ser beneficioso para el ser humano. Por ejemplo, existen cepas específicas capaces de producir vitamina K2 (útil para favorecer la absorción de la microflora intestinal y fundamental para la salud ósea). Sin embargo, existen algunos serotipos patógenos, como EPEC y ETEC, capaces de causar graves intoxicaciones alimentarias y enfermedades entericas. Además, pueden ser responsables de incidentes de contaminación alimentaria, requiriendo el retiro de ciertos productos de supermercados y restaurantes.
Cepas patógenas de E. coli
Entre las cepas más conocidas se encuentran:
- Enterotoxigénicas (ETEC): a menudo responsables de la diarrea del viajero, generalmente producen dos tipos principales de toxinas:
- La toxina termolábil (LT), que aumenta los niveles de AMP cíclico (cAMP) dentro de las células intestinales, llevando a una excesiva secreción de líquidos y sales.
- La toxina termoestable (ST), que actúa aumentando los niveles de GMP cíclico (cGMP), causando también una secreción excesiva de fluidos intestinales.
- Enterohemorrágicas (EHEC): como E. coli O157. Son responsables de la producción de la toxina Shiga (STEC), dañina para las células de la mucosa intestinal y que puede causar colitis hemorrágica y síndrome urémico hemolítico una vez que entra en el torrente sanguíneo.
- Enteropatógenas (EPEC): usualmente causan diarrea persistente, especialmente en recién nacidos y niños. Destruyen el epitelio intestinal a través de un mecanismo de "ataque e inserción", que altera las funciones celulares normales, llevando a deshidratación y complicaciones más severas.
- Enteroinvasivas (EIEC): causan síntomas similares a la disentería o shigelosis, una infección bacteriana del intestino que se concentra principalmente en las células epiteliales del intestino grueso.
El síndrome de Montezuma o diarrea del viajero
El síndrome de Montezuma, más comúnmente conocido como diarrea del viajero, es un trastorno intestinal que afecta a numerosos turistas, especialmente cuando se encuentran en países con estándares de higiene diferentes a los de su país de origen. Este incómodo malestar se manifiesta con síntomas como diarrea frecuente y acuosa, cólicos abdominales y a veces fiebre y vómitos, y puede arruinar un viaje tan esperado.
El curioso nombre de este trastorno tiene raíces en la historia y la leyenda. También se le llama "maldición", en referencia al emperador Moctezuma II, quien gobernaba el imperio azteca en el momento de la llegada de los conquistadores españoles, liderados por Hernán Cortés, en 1519.
Según la leyenda, Moctezuma lanzó una maldición contra los invasores europeos, en un intento de defender su civilización de la conquista. Se dice que, pocos días después de su llegada, muchos de los conquistadores comenzaron a sufrir graves trastornos gastrointestinales, manifestando síntomas similares a los de la diarrea del viajero: dolores abdominales intensos, diarrea aguda y fiebre.
Esta "venganza" habría sido causada por la ingestión de agua y alimentos locales, a los cuales los conquistadores no estaban acostumbrados, tal como ocurre hoy en día con los turistas que visitan países tropicales o con condiciones de higiene precarias. Con el tiempo, el término "maldición de Moctezuma" se ha arraigado en el imaginario colectivo para describir la diarrea del viajero.
La diarrea del viajero generalmente es causada por infecciones bacterianas, virales o parasitarias, siendo los cepas de Escherichia coli enterotoxigénicas (ETEC) los principales responsables. Las bacterias producen toxinas que alteran el equilibrio de los fluidos en el intestino, llevando a una secreción excesiva de agua y sales, que se manifiesta como diarrea acuosa. Los síntomas suelen comenzar dentro de unos pocos días tras la exposición y pueden durar hasta una semana, aunque los casos más graves pueden persistir incluso más tiempo.
El tratamiento de la diarrea del viajero a menudo incluye el uso de antibióticos específicos, especialmente en los casos prolongados, y la rehidratación oral para prevenir la deshidratación. También se recomienda adoptar medidas preventivas, como evitar agua y alimentos mal cocidos, y practicar una buena higiene de manos. Aunque generalmente es autolimitada, la diarrea del viajero puede tener un impacto significativo en el confort y en las actividades de los viajeros, haciendo que la prevención y la preparación sean especialmente importantes.