El uso de los analizadores hematológicos
El hemograma es uno de los exámenes diagnósticos más solicitados, pero hoy en día ya no es necesario enviar las muestras a un laboratorio de análisis para obtener resultados fiables y completos. Cada vez más médicos y profesionales sanitarios eligen realizar el hemograma directamente en la consulta, gracias a instrumentos compactos y precisos.
¿Qué es un analizador hematológico y para qué sirve?
Los analizadores hematológicos son dispositivos capaces de realizar automáticamente el examen hemograma completo, para detectar y medir varios parámetros sanguíneos en una pequeña muestra de sangre.
Su principal objetivo es:
- Analizar glóbulos rojos, blancos y plaquetas,
- Proporcionar información sobre volumen celular, concentración de hemoglobina, porcentajes y recuento absoluto de leucocitos,
- Generar informes digitales listos para usar en menos de un minuto.
Su aplicación es especialmente útil en consultas ambulatorias, algunas farmacias o en contextos domiciliarios y veterinarios.
Se estima que, en 2025, el mercado global de analizadores hematológicos (tanto dispositivos de laboratorio como Point-of-Care) podría alcanzar un valor de unos 4.300 millones de dólares, y se prevé que crezca hasta los 7.200 millones de dólares en 2034.
En el segmento POC (point-of-care), el valor rondaba los 2.300 millones de dólares en 2024, con proyecciones de hasta 3.600 millones de dólares en 2030. Solo en 2023 se vendieron casi 27.000 dispositivos POC, de los cuales aproximadamente el 35 % en contextos con recursos limitados. Esta tendencia evidencia cómo el uso de analizadores rápidos y compactos está cobrando cada vez más relevancia en consultas, zonas rurales y centros periféricos.
Los principales valores en un hemograma
Un analizador completo debe ser capaz de proporcionar al menos 20 de los parámetros más relevantes. Entre ellos, sin duda, es fundamental encontrar:
- WBC (glóbulos blancos): detectan infecciones, estados inflamatorios o leucemias.
- RBC (glóbulos rojos): indican la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
- Hb (hemoglobina) y HCT (hematocrito): fundamentales para diagnosticar anemia o deshidratación.
- PLT (plaquetas): indican la capacidad coagulativa de la sangre.
- MCV, MCH, MCHC: índices corpusculares para distinguir entre las distintas formas de anemia.
- Lymph, Mid, Gran % y #: recuentos y porcentajes de los subtipos de leucocitos, útiles para monitorear el desarrollo de infecciones o inflamaciones.
¿Quién necesita un analizador hematológico en la consulta?
Comprar un analizador hematológico puede ser sin duda una gran ventaja en varios ámbitos. Veamos algunos ejemplos:
- Médicos de familia
Para ofrecer un primer servicio de diagnóstico inmediato a los pacientes, especialmente en zonas rurales o con difícil acceso a laboratorios. - Especialistas (pediatras, geriatras, internistas)
Para controles rápidos en niños, personas mayores o pacientes crónicos. Puede ayudar a descartar o confirmar sospechas sobre ciertas patologías. - Residencias y centros de atención a mayores
Donde el monitoreo periódico de los pacientes es esencial, contar con una solución in situ puede ser muy útil. - Medicina del trabajo
Para screening previo a la contratación o controles periódicos. - Farmacias
Para ofrecer un servicio de screening más inmediato. - Veterinarios
Para un hemograma rápido en animales pequeños.
Aunque al principio pueda parecer una inversión importante, disponer de un analizador hematológico permite al especialista, a la consulta médica o a la farmacia ofrecer a sus pacientes un servicio adicional, fiable, rápido y de bajo coste. Estos dispositivos adquirirán cada vez mayor protagonismo en los próximos años también gracias al continuo desarrollo de la telemedicina, con la que sin duda podrán integrarse para hacer aún más inmediata la diagnosis y la relación con el médico de referencia.